Astrología en Fuerteventura

EL OTOÑO Y LA CIENCIA 2012

EL OTOÑO Y LA CIENCIA 2012

Se puede decir que, en este caótico momento que estamos viviendo,  sólo la ciencia nos alumbra como un faro en medio de tanta tempestad. Este verano, que ya dejamos atrás, nos ha aportado como legado dos grandes hitos científicos: 

• 1º. Un viaje a lo más pequeño, al mundo de las partículas, con el descubrimiento del bosón de Higgs.
• 2º. Un viaje a lo más grande, al mundo espacial, con la llegada a Marte de la sonda robótica Curiosity.

         Y con esta herencia es con la que se abre una de las puertas del año, la puerta de la tarde, la puerta del Otoño.

Vaya desde aquí mis felicitaciones a los científicos que, en estos tiempos y para la astrología, simbolizan el tránsito de Urano por el signo de Aries. Estoy totalmente convencida de que en esta estación nuevamente la ciencia nos proporcionará grandes sorpresas.   

Quisiera reabrir algún aspecto de la vieja polémica que se establece entre la ciencia y la astrología.

         La mayoría de los científicos actuales critican la astrología desde el desconocimiento absoluto de todos los fundamentos que la rigen, despreciando, con ello, la metodología que exige la propia Ciencia que defienden.

El más común de los errores es confundir la astrología con esa vacuidad del mal llamado horóscopo con la que nos bombardean los medios. No hay discusión, “eso” nada tiene que ver con este conocimiento. Esta charlatanería vana se produce debido a que no existe ningún organismo regulador de este estudio aún denostado en muchos ámbitos sociales.

Otro argumento que carece de sentido es que no tenemos en cuenta la precesión de los equinoccios. Desconocen que el desplazamiento de las estrellas carece de relevancia para la astrología ya que los signos zodiacales no guardan relación alguna con las constelaciones. Lo importante para la astrología es el punto vernal, el que marca el equinoccio de primavera, y éste no se ve afectado por la precesión.

Por la misma razón por la que las constelaciones no son los signos, es completamente errónea la utilización de la constelación de Ofiuco para hablar de un decimotercer signo. Según esta presunta teoría, habría tantos signos como constelaciones hay en el universo… ¡que no nos pase nada! Esta falaz afirmación no significa más que una ignorancia absoluta de las leyes geométricas y simbólicas en las que se basa la astrología.

En otra ocasión desarrollaré la no menos interesante estadística de Michel Gauquelin, la gravedad y la resonancia, el tamaño de los signos, etcétera. En cuanto a las previsiones astrológicas sólo recordar lo que de común tiene con la metodología científica puesto que estudia coincidencias significativas que generan unas leyes que permiten realizar predicciones futuras.

Tras este recorrido por la ciencia nos queda el otoño para cumplir con el título de estas reflexiones. Este otoño del 2012 que comenzará el viernes 22 de septiembre a las 16h 49m hora oficial peninsular, cuando el Sol entra en el signo de Libra, se inaugura un mes cardinal, es decir, un mes de acción.

Nada más entrar en este signo se activa una T cuadrada cardinal que va a simbolizar unos procesos de cambios, conflictos y destrucción que afectan a todo tipo de estructuras. Algo que ya estamos viviendo de una manera más radicalizada desde el 23 de agosto con la incorporación de Marte en Escorpio y, unos días después, con la entrada del Nodo Norte en el mismo signo.

Con ello se inició el camino conducente al gran protagonismo que va a alcanzar en este otoño el signo de Escorpio. Con él descendemos al inframundo de Plutón donde nos encontramos en el rótulo de su entrada con este mensaje: “Muerte y Resurrección” avisándonos de las grandes transformaciones a las que nos vamos a tener que enfrentar.

Mientras todo se desmorona a nuestro alrededor y en nuestro interior, el tránsito de Saturno, desde el 5 de octubre, por el signo de Escorpio en mutua recepción con Plutón en Capricornio, va a ir generando los cimientos de lo que serán las nuevas estructuras del futuro.

Los viejos y rancios patrones van a caer como las hojas de otoño, a la vez que asistimos a la eclosión de los brotes de los nuevos paradigmas.

El eclipse total de Sol que se produce el 13 de noviembre en Escorpio refuerza aún más, si cabe,  la simbología de este signo al que asociamos a la figura mitológica del Ave Fénix, incrementando la voluntad de resurgir transformados.

Aunque nos parezca mentira y, aunque los hechos hasta ahora parecen contradecirlo, para la astrología, los que más tendencia tienen a sucumbir son los que se aferran o luchan por el poder, los egos inflados, las grandes economías…

Ahora vamos a ser espectadores, o vamos a vivenciar en primera línea, muchos acontecimientos que nos van a recordar lo que dice el Tao: “el que aspira al dominio pierde el dominio”.