La diversidad del 2015; de la epifania a l cambio.
El año que comienza, el 2015, llega plagado de acontecimientos y de transformaciones muy significativas, en las que van a influir extraordinariamente dos planetas: Neptuno y Saturno.
El solsticio de invierno se inaugura el día 22 de diciembre a las 00:04 horas con la entrada del Sol en el signo de Capricornio, como siempre. Una de las peculiaridades que marcarán el 2015 es que ese mismo día 22 a las 01:37 horas, entra también la Luna en el mismo signo, formándose una Luna nueva. Ambas entradas corresponden al inicio de un nuevo ciclo de materializaciones, acercándose al inicio de un sextíl (60º) con Neptuno. Este planeta es el que más nos va a influir durante medio año, que es lo que va a durar su movimiento directo, y va a dar lugar a esa Epifanía con la que reza el título.
La palabra Epifanía etimológicamente deriva del griego (επιφάνεια) y significa: “manifestación” o “revelación”.
Más allá de sus connotaciones religiosas, que no excluyo para las personalidades más místicas, este año, 2015, vamos a asistir a grandes revelaciones, intuiciones repentinas, sueños esclarecedores, secretos y cosas ocultas o desconocidas que salen a la luz. Pero también, gracias a la materialización que va a aportar el planeta Saturno, planeta perteneciente al elemento tierra, muchas de ellas se harán tangibles.
Nuestras vivencias tendrán algo, o mucho, de transcendental, en el sentido de que el planeta Neptuno es el disolvente de los límites y, por tanto, nos llevará a traspasar nuestras propias fronteras acercándonos a dimensiones más elevadas de las que hayamos experimentado hasta ahora.
Neptuno también es el planeta de la imaginación creativa, con él entraremos en el mejor de los periodos para dejar volar nuestra imaginación, no sólo desde una perspectiva artística, sino para visualizar cosas que deseamos atraer a nuestra vida ya que, algunas de esa ideaciones, cobrarán forma. Atrevámonos a desear y a materializar milagros. Rememoremos una de las famosas pintadas de mayo del 68 francés, aquella que rezaba: “La imaginación al poder”.
Aunque esta posición planetaria nos afectará a todos donde tengamos los signos de agua, lógicamente lo notarán más los que tengan el Sol en esos signos, es decir, los Cáncer, Escorpio y Piscis, este último especialmente.
Pero debemos aprovechar los periodos críticos, ya que no todo el año sentiremos esta influencia, una especie de bucle nos hará retroceder o paralizar esta “Epifanía” desde el día 12 de junio, cuando Neptuno inicia su movimiento retrógrado, hasta el 18 de noviembre en el que el planeta vuelve a su movimiento directo.
Lo mismo, otro tipo de bucle, pasa con el planeta Saturno en el signo de Sagitario que es el que va a representar la materialización efectiva de nuestros deseos y es quien nos dirigirá a profundos cambios.
Saturno ya entró en diciembre del 2014 en el signo de Sagitario por donde viajará directo hasta el día 14 de marzo del 2015, y es hasta este día cuando podemos aprovechar para que cualquiera de nuestros proyectos fructifique.
A partir de ese día, 14 de marzo, comienza su movimiento retrógrado que le lleva a entrar, el 15 de Junio, en el signo de Escorpio, y aquí es donde encontraremos obstáculos o aspectos del pasado que debemos concluir para seguir avanzando.
Destruir cualquier ancla que nos arrastre hacía atrás, liberarnos de todo lastre es la tarea en la que nos debemos empeñar antes del 2 de agosto, momento en el que Saturno volverá a ponerse directo en el signo de Escorpio.
Todo ello para prepararnos para la entrada definitiva de Saturno en Sagitario el día 18 de septiembre y recibirlo con pompa y boato, como se merece este signo por el que va a ir transitando hasta el 10 de diciembre del 2017.
Saturno en Sagitario nos impulsa a crear nuevas estructuras, más gratificantes, más enriquecedoras y más expansivas. Avanzaremos a lomos del caballo blanco que simboliza a Sagitario e iremos apuntalando y dando forma a ese camino gracias a Saturno. Pero los pasos que demos en la mitad del camino, en ese bucle de tiempos que he dado más arriba, son los más peligrosos o los más débiles, es seguro que tendremos que retroceder para hacerlos más seguros o para destruirlos definitivamente.
Más que nunca, el signo de Sagitario de este año, 2015, nos impulsará a tener metas y objetivos, a seguir el rótulo que encabeza el símbolo del centauro, encima del cuál seremos el arquero que dispara su flecha: “Veo la meta, alcanzo esa meta y luego veo otra”.
Pero esta vez va a haber muchas flechas en nuestro carcaj, de tal manera que tendremos varios objetivos y no habremos llegado a uno cuando ya estamos pensando en otro más lejano.
Este año, por tanto, se plantea como el inicio del final de nuestras crisis y el comienzo de una vida más luminosa.
