junio 2011 ~ El Blog Astrológico de Pilar Eresta

martes, junio 07, 2011

Verano 2011

Unknown martes, junio 07, 2011 No comments

UN ESTIO TORMENTOSO

Según el convenio astronómico, el martes 21 de junio de 2011, a las 19h 16m hora oficial peninsular, se inicia el verano en el hemisferio Norte,

Por una misteriosa casualidad, he encontrado la palabra “tormenta” profusamente utilizada, tanto científica como metafóricamente, en referencia a esta estación veraniega. Su presencia se encuentra entre muchos de los que, desde muy diversos conocimientos, hacemos previsiones a largo o medio plazo.

Empezaré por su utilización más conocida; los pronósticos meteorológicos. Muchos meteorólogos coinciden en predecir que este verano estará cargado de bastante actividad tormentosa.

Por otro lado, los científicos de la NASA nos advierten de que ya se ha iniciado el ciclo de las tormentas solares; una gran serie de explosiones solares que podrían afectar a gran parte de la tecnología de nuestro mundo moderno. Tormentas que ya predijeron los mayas y de lo que hablaremos en otra ocasión.

Es curioso señalar que en algunas previsiones económicas y políticas también he hallado el mismo término.

Pero para la astrología, las situaciones “tormentosas” vienen dadas por la formación de una configuración planetaria muy tensa llamada cruz cósmica y que se irá formando varias veces consecutivas a lo largo de todo el verano.

Sin embargo, y como reza el viejo dicho; “detrás de la tormenta siempre llega la calma”.

Así por ejemplo, parece ser que las tormentas eléctricas generan iones negativos que tienen efectos beneficiosos sobre el organismo, produciendo, a su finalización, una fuerte sensación de bienestar.

Así mismo, a las tormentas “puramente humanas” que se produzcan este verano, les seguirán periodos de sosiego muy placenteros.

LA CRUZ CÓSMICA

Es una configuración planetaria en la que intervienen, como mínimo, cuatro planetas. Se genera cuando hay dos oposiciones (planetas opuestos entre sí a 180º) y cuatro cuadraturas (distancias entre planetas de 90º) de tal manera que surge una figura de cruz dentro de un cuadrado, generalmente en signos de la misma cualidad.

La cualidad que activa esta cruz cósmica es cardinal, ya que se produce en los signos cardinales: Aries, Cáncer, Libra y Capricornio. Estos signos, con los que se inicia cada estación del año, están asociados a los inicios, al espíritu pionero, al liderazgo y serán los que nos arrastrarán a todos los demás signos. Son los que promoverán que, este verano, sea el comienzo de un gran ciclo histórico en todo el planeta y de grandes cambios en nuestra vida individual.

La cruz cósmica cardinal se asocia a profundas enseñanzas trascendentales y dificultosas que algunos denominan kármicas en el sentido de acción-reacción.

Volviendo al símil de las tormentas, los signos cardinales pueden tener descargas repentinas y rápidas, llenas de ruido y de luz, pero deben evitar permanecer en ellas y huir de comportamientos dictatoriales e intolerantes, puesto que si no, más adelante, se volverían contra ellos. Los signos cardinales deberían conformarse con ser los iniciadores, los que dan el primer empuje que da paso a los siguientes signos.

Este verano serán los signos fijos; Tauro, Leo, Escorpio y Acuario, los que se encargarán de consolidar los cambios que iniciaron los signos cardinales. Es a los signos fijos a los que les corresponde la responsabilidad de crear sólidos peldaños que nos hagan ascender, en una escalera evolutiva, hacía una nueva realidad. Fijar y estabilizar las nuevas situaciones, creando nuevas estructuras y hábitos, hará que los cambios sean fructíferos, a semejanza del agua que descargan las tormentas y que favorece la germinación de la vida sobre la tierra.

Estos signos tienen, por tanto, un trabajo intenso y rápido porque los movimientos de la “cruz” se suceden a mucha velocidad.

Se encomendará, como es lógico, a los signos mutables; Géminis, Virgo, Sagitario y Piscis, el trabajo de generar esos movimientos rápidos que se gestan, curiosamente, durante los periodos de calma. Estos signos, como los iones que descargan las tormentas, serán el bálsamo que todos necesitamos.

Los signos mutables nos abrirán los ojos y, como si fabricasen unas lentes multidimensionales, nos ayudarán a visualizar nuevas realidades, ideas, valores, filosofías, ideologías y renovarán los antiguos conceptos de solidaridad, amor, disfrute, servicio, libertad, igualdad y espiritualidad, dando, con ello, lugar a los siguientes movimientos de la cruz cósmica.